miércoles, 31 de agosto de 2016

1 de Septiembre


Miércoles 31 de agosto:

Expectativa, esto podría definir el pensamiento colectivo de una nación en estos momentos.

El pueblo venezolano mañana se encuentra una vez más con su destino, por primera vez en mucho tiempo me encuentro sin palabras.

No sé qué decirle a mis hermanos, a mis amigos, a mi tierra; no tengo palabras para expresar lo que el día mañana significa para cada uno de nosotros de ustedes y de todos...

Empezando por el principio me siento impotente, por no poder aportar más que una entrada nueva al Blog, me siento impotente por todas esas injusticias que sé que el día mañana van a suceder y no puedo más que quedarme estudiando para el parcial, o simplemente siguiendo con mi día a día, luego dicha impotencia se convierte en suspenso, no sé qué va a pasar, cómo va a pasar, ni quienes serán afectados o involucrados, este suspenso creo que es el peor sentimiento que pudiese tener, ese frío en la boca del estómago cada vez que una imagen aparece o simplemente pienso en cualquier cosa, seguido del suspenso siento una profunda tristeza, un nudo en la garganta, como me dueles Venezuela, eres la única que merece mis lágrimas y mis trasnochos, y al final de todo siento una expectativa esperanzadora, de que quizá y sólo quizá, el día mañana quede grabado en el corazón de cada venezolano, no pido cambios político y no creo que una verdadera redención por parte de los dirigentes tanto chavistas como opositores, simplemente pido que el día mañana sea un capítulo más para la historia de una gran nación que hoy se encuentra profanada.

Como en muchos de los países latinoamericanos no aprendemos de las desgracias ajenas, espero que este episodio de la historia forme parte de la creación de la identidad de mi tierra, de esa Venezuela linda con la que todos soñamos, este 1 de septiembre de para grandes cosas.

Sólo pido una cosa, pero siendo realistas el día mañana correrá sangre, lágrimas y muchos sentimientos por las calles que un día Bolívar transitó, Sin embargo espero que como en 1811 valga la pena, que más que liberarnos de las ideologías políticas, nos liberemos de ese odio y de la violencia que hoy vagan impunemente por el país, que volvamos a ser hermanos, pero sobretodo que aprendamos la lección de la humildad, de cómo el destino es sumamente frágil y de lo que esto representa para una nación.

Y como decía un amigo "sin faranduleo El día mañana no es para salir en fotos, para andar posteando por dónde van o cómo van vestidos a la marcha, el día mañana es por ti, por mí, por todos nosotros"

El día de mañana definitivamente aunque no pase a una historia colectiva como muchos de nosotros quisiéramos, sé que en el imaginario popular, y en la memoria colectiva va a representar un capítulo que define el rumbo de nuestra nación de hoy en adelante, de esas vueltas a maiquetía tan esperadas, de esos abrazos de cumpleaños que todos extrañamos, de esas rumbas los viernes después de parciales que hacen tanta falta, pero sobre todo de ese calor y ese campo magnético que mantiene los pies de los venezolanos en el piso, en su piso, en su tierra, en la tierra que los vio nacer y que tiene tanto por ofrecer para aquellos que estén dispuestos a realmente aprovecharlo.

A todos aquellos que van a salir a marchar, le doy las gracias porque son los héroes de muchos de nosotros que físicamente no podemos estar, pero que definitivamente en espíritu y en ánimo estamos presentes, el pueblo es el único capaz de solucionar lo que hoy sucede. Todo el pueblo, desde bachaqueros hasta empresarios, desde madres hasta hijos, desde venezolanos hasta venezolanos, todos unidos por un bien mayor común.

Gracias
Un abrazo fraternal, con el corazón en el cuello, y definitivamente a la expectativa: una venezolana en el extranjero con los pies en la marcha del 1 de septiembre.