viernes, 28 de octubre de 2016

28 de octubre de 2016



Probablemente lo que lean a continuación sea una de las expresiones menos esperadas de alguien como yo, es una expresión clara de mi juventud y de la cantidad de cosas que me faltan por vivir y me siento cómoda con eso, como dice un amigo, el propio Teen Drama pero hoy siento necesaria la explosión de sentimientos que tengo.




Hoy.
28 de octubre de 2016
Se cumple un año de el cambio más drástico que dio mi vida, hace un año me aceptaron en la universidad que representa la ventana fuera del panorama nacional asfixiante que no pudiesen imaginar a menos que vivieran en Venezuela.

Hace un año me enteré que tenía que empacar un pedazo de mi vida y mover mis sueños de locación para trabajar por lo que creo correcto. Hace un año brincamos de felicidad mi papá y yo en una minúscula habitación de hotel en el centro y llamamos a medio mundo porque me habían aceptado en el Externado, que orgullo para la familia!

Quizá en ese momento no me di cuenta de cuanto dudaba sobre mi misma, de cuanto creí imposible quedar en la universidad que quería, de cuanto menospreciaba mis habilidades y fortalezas. Sobretodo, cuanto necesitaba encontrarme a mí misma para poder mostrarme ante otra sociedad, 18 años en una sociedad y en un ambiente donde no necesitaba una identidad porque siempre había sido y siempre sería, 18 años sin construir más que un carácter y una personalidad, pero en perfil, en abstracto no era, y no soy, mentiría si dijera que en un año lo logré.

Pero relatando que ha cambiado en este año, mi residencia 3 veces, mi compañía innumerables veces pero manteniendo ciertas fidelidades que son inconmensurables, tengo 2 cachorros, y sobretodo esa concepción de mi.... El desapego es algo muy difícil para alguien que ha estado estático toda su vida, Caracas era el techo que yo misma me había puesto y me apegué a esa imagen que tenía de mi, que otros habían construido de lo que yo era, el problema con don apego, es que cuando forzosamente toca alejarse, el vacío se vuelve casi agujero negro. La cuestión a la que voy con eso es que cuando llegué aquí a Bogotá y me di cuenta de que no soy ni la sombra de lo que creía que era, eso comenzó a apoderarse de cada esquina de mi vida, y les comento algo a quienes hallan llegado a este punto de seguir leyendo mi carreta, la incertidumbre nunca ha sido mi fuerte, el no saber que hacer, me enferma casi físicamente. 

Entonces me encontraba en ese punto de mirar a los lados sin saber qué, cómo, ni dónde. me encontré con ideas de lo que quería ser y de lo que había sido, pero llegó el espacio donde me encontré con lo que soy en este momento y debo decir que fue aterrador, lo sigue siendo cada día, aterrador encontrarme con ese Ego sum. 

Darme cuenta que personas que admiraba y cuya concepción de mi afecta profundamente mi estado emocional, piensen en mí como una "tonta útil" o como una niñata que si soy (ojo eso no significa que sea ingenua o que ser niña sea malo) dieron luz en ciertos aspectos que no me habían quedado tan claros y ahora se. Ahora sé que no quiero apuntar a eso y no quiero ir bajo la misma senda que transitaron ellos, sin importar cuánto éxito les haya traído, no quiero ese tipo de línea para mi vida, eso no me va a hacer feliz y hablando de felicidad  y emociones debo decir que si esa felicidad tan añorada es ser como ellos, no quiero ser plenamente feliz, esto suena a berrinche y probablemente lo sea, pero no quiero ser la que lastime y corte las alas de alguien más que esté ansioso por desplegar su vuelo. 

Hoy puedo decir que la felicidad no es mi isla, y eso está bien, no necesito demostrarle a nadie que soy feliz si no lo soy, no necesito estar feliz para crecer, y eso también está bien, está bien sentirse profundamente triste mientras no lo conviertas en tu bandera y no dependas de ella.
Mi tarjeta de presentación hoy se basa en mi cabello borgoña, mis dos cachorros, mi profundo amor por lo que nos hace humanos y la tristeza que me mueve a hacer algo más, aún no se qué, pero algo más.

Si me preguntas sobre la situación en Venezuela probablemente salgas un poco regañado, y no es mi intención en lo más mínimo, pero ni yo, ni el resto de los venezolanos entendemos qué carajos pasa ni pasará, eso hace parte de mi tristeza y creo que es de las cosas que más me mueve.

Así que en líneas generales de la cantidad de disparates de los que he hablado hoy debo llegar a la conclusión de que mi alma inquieta lastima en este momento la coraza de piel que la contiene, que siento más de lo que quería admitirme y eso es parte de la construcción de mi misma que estoy llevando a cabo pasito a pasito, pero como me dijo una gran amiga, debo hacerme amiga, consolarla y que haga las paces con el yo que soy en este momento.

En cuanto a Bogotá, gracias por ser una vasija de situaciones en las que he podido crear un cosmos propio, y que con todo tu ruido he conseguido mi silencio.

Estar triste no significa estar llorando, conoce tu tristeza, acéptala y vívela porque ella representa una parte esencial de quien eres y cómo llegas a las cosas, así que no esperes verme llorando porque esa no siempre es mi tristeza.
Estoy profundamente triste y eso no tiene porqué ser trágico, no sientan lástima por algo tan hermoso como la tristeza.

miércoles, 31 de agosto de 2016

1 de Septiembre


Miércoles 31 de agosto:

Expectativa, esto podría definir el pensamiento colectivo de una nación en estos momentos.

El pueblo venezolano mañana se encuentra una vez más con su destino, por primera vez en mucho tiempo me encuentro sin palabras.

No sé qué decirle a mis hermanos, a mis amigos, a mi tierra; no tengo palabras para expresar lo que el día mañana significa para cada uno de nosotros de ustedes y de todos...

Empezando por el principio me siento impotente, por no poder aportar más que una entrada nueva al Blog, me siento impotente por todas esas injusticias que sé que el día mañana van a suceder y no puedo más que quedarme estudiando para el parcial, o simplemente siguiendo con mi día a día, luego dicha impotencia se convierte en suspenso, no sé qué va a pasar, cómo va a pasar, ni quienes serán afectados o involucrados, este suspenso creo que es el peor sentimiento que pudiese tener, ese frío en la boca del estómago cada vez que una imagen aparece o simplemente pienso en cualquier cosa, seguido del suspenso siento una profunda tristeza, un nudo en la garganta, como me dueles Venezuela, eres la única que merece mis lágrimas y mis trasnochos, y al final de todo siento una expectativa esperanzadora, de que quizá y sólo quizá, el día mañana quede grabado en el corazón de cada venezolano, no pido cambios político y no creo que una verdadera redención por parte de los dirigentes tanto chavistas como opositores, simplemente pido que el día mañana sea un capítulo más para la historia de una gran nación que hoy se encuentra profanada.

Como en muchos de los países latinoamericanos no aprendemos de las desgracias ajenas, espero que este episodio de la historia forme parte de la creación de la identidad de mi tierra, de esa Venezuela linda con la que todos soñamos, este 1 de septiembre de para grandes cosas.

Sólo pido una cosa, pero siendo realistas el día mañana correrá sangre, lágrimas y muchos sentimientos por las calles que un día Bolívar transitó, Sin embargo espero que como en 1811 valga la pena, que más que liberarnos de las ideologías políticas, nos liberemos de ese odio y de la violencia que hoy vagan impunemente por el país, que volvamos a ser hermanos, pero sobretodo que aprendamos la lección de la humildad, de cómo el destino es sumamente frágil y de lo que esto representa para una nación.

Y como decía un amigo "sin faranduleo El día mañana no es para salir en fotos, para andar posteando por dónde van o cómo van vestidos a la marcha, el día mañana es por ti, por mí, por todos nosotros"

El día de mañana definitivamente aunque no pase a una historia colectiva como muchos de nosotros quisiéramos, sé que en el imaginario popular, y en la memoria colectiva va a representar un capítulo que define el rumbo de nuestra nación de hoy en adelante, de esas vueltas a maiquetía tan esperadas, de esos abrazos de cumpleaños que todos extrañamos, de esas rumbas los viernes después de parciales que hacen tanta falta, pero sobre todo de ese calor y ese campo magnético que mantiene los pies de los venezolanos en el piso, en su piso, en su tierra, en la tierra que los vio nacer y que tiene tanto por ofrecer para aquellos que estén dispuestos a realmente aprovecharlo.

A todos aquellos que van a salir a marchar, le doy las gracias porque son los héroes de muchos de nosotros que físicamente no podemos estar, pero que definitivamente en espíritu y en ánimo estamos presentes, el pueblo es el único capaz de solucionar lo que hoy sucede. Todo el pueblo, desde bachaqueros hasta empresarios, desde madres hasta hijos, desde venezolanos hasta venezolanos, todos unidos por un bien mayor común.

Gracias
Un abrazo fraternal, con el corazón en el cuello, y definitivamente a la expectativa: una venezolana en el extranjero con los pies en la marcha del 1 de septiembre.

martes, 26 de julio de 2016

Soledad. Angélica Norato



Hay que vivir sin renunciar a ello, nuestra naturaleza es caminar… somos un jardín al que intentan aplastar en cada siglo, en cada década, en cada momento, pero este jardín no puede renunciar a florecer, debe seguir creyendo, siempre nos ha tocado luchar, es al parecer la constante de cualquier camino humano. El hombre es veneno de si mismo, el veneno que le dieron a beber al ser…

Aunque somos luz que intentan apagar, aunque a veces queramos llorar y sintamos frio o calor, se que hay almas que brillan para nosotros. El arte es negación de muerte y soledad, por eso hay que brillar mientras vivamos, no somos solo luz de nosotros mismos. 

La soledad es para grandes corazones y almas con deseos de volar.

Cuando el corazón llora  lloran nuestros ojos, si llora nuestra alma comienza un doloroso ocaso, es por eso que debemos ser héroes de nuestra alma… su compañía es el corazón, hay que darle un buen amigo, limpio, libre, puro, aunque ahora tenemos algo de tiempo en este lugar y nuestro pasado pueda ser un amargo triunfo debemos continuar, ahora se trata de eso, liberarnos de las cadenas que cargamos del pasado y saber continuar, sabiendo perdonarnos y buscar con toda nuestras fuerzas y voluntad la libertad.
Hay que abrirle las puertas al ser…
Deja que sea tu alma la que se eleve, la que se haga grande, escúchala y se sus palabras… el cuerpo es su instrumento para crecer, es el lienzo que trae el arte a este lugar, pero también es una prisión vergonzosa que nos puede hacer caer en un abismo. Grandes hombres, pequeñas existencias…

 El peso del mundo es demasiado para nuestras fuerzas y voluntad, a veces incluso nos parece que el peso de nuestra propia vida nos encoje, pero todos somos la mejor medida de si mismos… para el mundo algunos pasos pero nuestro es el camino, y el mundo, a veces el camino de muchos grandes hombres y grandes espíritus.

Somos más que tiempo y  pasos, más que frio o calor, somos más que momentos, somos los que serán firmamento y magia, no solo humanos, no somos solo lágrimas y sonrisas, somos los que serán la compañía de la soledad, verdaderos amigos aún desconocidos viviendo en el agua y en el viento, somos la razón de la existencia, de la lluvia, del agua…Cuando el hombre se hunde el alma duerme, pero si su ser se eleva su alma brillara y llegara el amanecer.
Libertad para vivir, libertad para ser…



-Angélica Norato
29/01/15 8:24 pm

viernes, 22 de julio de 2016

Patria



Otro adiós, otro vuelo, otras lagrimas, entre todo el revuelo parece un deja vú, pero lo que se repite más estridentemente en mi son los sentimientos, indignación, tristeza, nostalgia.Después de mes y medio con mi familia vuelvo a mi hogar sustituto (debo de dejar de llamarlo así si me quiero sentir en casa) vuelvo a esta nueva realidad, sentada en una sala de espera con un ventilador que no se da a basto, abarrotada en un aeropuerto a desbordar de gente huyendo (así fuesen vacaciones) de un barco que se hunde, gente huyendo de la burbuja de smog y malos ratos en la que viven, huyendo de su casa.Es como ver a gente corriendo de un edificio en llamas, sabiendo que su vida está en esa estructura que arde (y que seguirá ardiendo) viendo como su vida se vuelve humo. Es lo mismo que pasa con los venezolanos en el aeropuerto, a donde voltees hay comentarios fe todo tipo, la gente haciendo colas en las puertas de embarque aunque no las hayan llamado e inclusive sin que haya llegado el avión. Despavoridos, es la palabra que flota en el aire por encima de la muchedumbre en el aeropuerto.

Gente, maletas, niños, lagrimas, bendecidas y afortunadas, enchufados y de la nada, entre todo, una pantalla con una palabra en el medio «Patria» en un televisor LG grandote en cada puerta de embarque, «Patria» retumba en el pópulo «Patria», una palabra que nos pone, como venezolanos, los pelos de punta.


«Patria» siempre me he preguntado como una palabra puede cargarse de tantas cosas positivas y negativas en tan poco tiempo, «Patria» y ese nudo en la garganta del colectivo que no permite gritar, nos pone al borde de las lagrimas. «Patria» Siento la tinta en mi espalda más profunda que nunca, Venezuela te amo pero como me dueles.Vi a muchos conocidos, me hacía falta mi gente, mis locos, mis hermanos, mi familia en general, solo ellos me dan la fuerza para seguir adelante, solo ellos me llenan como persona y ellos son quienes me hacen volver a donde pertenezco. 


A mis mejores amigos (Rubén, Fabián, Daniela y Mafe) gracias por demostrarme que la distancia es un concepto abstracto que solo se demuestra fisicamente cuando nos volvemos a abrazar. A los que no vi se los debo, les debo un abrazo y una cerveza.
Un mes y un par de semanas me bastó para darme cuenta que Caracas no es, ni volverá a ser la misma «Patria» después de lo que ha vivido, es como un veterano de Guerra, con todos sus síntomas: Paranoia, insomnio, violento, triste, pero sobre todas las cosas, quebrado.


Secuestros, robos, bachaqueo, impunidad, motos, básicamente el día a día, la vida sigue en ese espiral de destrucción cuyo eje es Caracas y su gente «Patria», no solo porque sea la capital, sino porque los culpables de dicha desgracia andan por las calles de Caracas como pedro por su casa.


Y Colombia a pesar de que no es tierra santa tampoco, dio una muestra de fraternidad abriendo sus mercados para que sus hermanos desagradecidos «Patria» pudieran buscar con que alimentar a sus respectivas casas, cualquier lugar es mejor que Caracas.Criadero de violencia, de podredumbre y de corrupción «Patria», volví por ti Caracas, mi casa.


Y mientras en mi ipod suena "La casa" de Caramelos de Cianuro volviendo la situación un poco más patética y novelera, abordo el avión de nuevo. La extrañaba, eso es indudable, pero todavía la extraño, esta no es la Caracas que me vio crecer. Esta no es la Venezuela que conozco.

Como te prometí, nos veremos en mis sueños. Porque ya me di cuenta que un pasaje de avión no cambia la distancia.

lunes, 16 de mayo de 2016

Educar para la paz



Indignación.

Quizá soy la única venezolana en el exterior la cual se indigna cada vez que tocan el tema político de mi país, quizás no soy la única ¿quien puede saberlo? Sin embargo, a veces me siento como una tonta tratando de explicar temas que en Venezuela son cotidianos y verdaderos y que la gente en el exterior toma como un juego o meras exageraciones de nosotros los relatores.
Hoy tuve la desdicha, de discutir con una amiga cercana con respecto a lo planteado por el socialismo del siglo XXI, como lo llaman sus dirigentes actualmente, en la discusión planteamos dos lados de una misma historia y me daba cuenta con cada una de sus afirmaciones como este régimen dictatorial ha hecho bien el trabajo de comunicar sus falsos logros en el poder; En mi cabeza simplemente estaba una pregunta mientras discutíamos ¿Como una niña tan inteligente puede creer mentiras tan grandes de personas tan corruptas y dañadas por regímenes totalitarios? 
Por ejemplo ella me decía que personajes como Hugo Chávez no dejaría morir a niños de hambre, sin embargo, en Venezuela el mes pasado murieron 46 neonatos por falta de insumos médicos o por cortes de electricidad en los hospitales públicos donde nacieron.
 Por otro lado hablamos de los 27,000 muertos del año 2015 en Venezuela, ella me planteaba que esa era la razón por la que Leopoldo estaba preso, que dichos muertos eran causados por las provocaciones de los opositores y eran simplemente una tasa de "muertos por oposición" Sin embargo yo le refutaba con que los homicidas de esas personas en su gran mayoría son grupos armados que se encuentra en el país y que roban para subsistir, ya que no hay manera sustentable de vivir en Venezuela. 
Esto por supuesto no justifica la violencia armada que ejercen estos grupos sobre el pueblo, sin embargo jóvenes que nacieron y crecieron en violencia muy ciertamente van a reproducirla.
En la discusión tocamos un par de tópicos más con respecto a dicho socialismo y me llamó poderosamente la atención que el discurso sigue siendo el mismo que planteaba Chávez en sus cadenas, El imperialismo, las naciones comunistas que no permiten que el socialismo avance. 
Me dí cuenta de cuán indignada y profundamente molesta me hacía el hecho de que una persona ajena siquiera nombrara la situación en Venezuela, cómo de alguna manera me he vuelto egoísta en el tema, el simple hecho de mencionarlo me genera incomodidad, dolor, molestia y alguna manera culpa.
La idea del socialismo en si, en su teoría, representan unos ideales hermosísimos en la construcción de sociedades más humanas, sin embargo es eso, una idea que cuando es llevada a la práctica genera principalmente corrupción, pero genera muchas pérdidas humanas, arbitrariedades, devastaciones en los pobladores y sobretodo una gran separación de hermanos de sangre.
Así que de nuevo me he vuelto egoísta con el tema; Me indigna que una persona que no lo haya vivido siquiera lo mencione y peor aún que lo defienda.
Pero luego de unos minutos martirizándome y ahogándome de nuevo en culpa, en molestia y sobre todo en rencor me di cuenta de que esa es una de mis tareas aquí, fuera de mi país, dar a conocer las verdades, y no mis verdades sino las de miles de venezolanos que sufren día a día las atrocidades causas por este régimen.
Mi tarea aquí es educar, es educar en paz conmigo misma primero y luego en paz con lo que en este momento no puedo cambiar, pero que poco a poco voy aportando mi granito de arena para que sea visto por el mundo y la verdad al final salga a la luz, se haga justicia en nombre de esos 27,000 venezolanos del 2015 y los que día día mueren tanto física como psicológicamente. Aquellos que mueren por cada hora que pasan calcinándose al sol en una cola por comida o por aquellos que mueren con cada mala noticia que reciben, por aquellos quienes han preferido una muerte rápida suicidándose antes de hacer sufrir a su familiares buscando medicinas o insumos y aquellos que poco a poco de a pedacitos va muriendo en el desgaste diario de la vida del venezolano, en honor a ustedes voy hacer de tripas corazón y a educar.
Esto es por ustedes, por mi familia, por mis hermanos, pero honestamente esto es por mí, para que cada vez que se hable del tema no sienta que yo también muero de a pedazos.
Y a pesar de mis lágrimas estoy abierta a debate, estoy abierta a explicar y aunque quizás no cambies de opinión verás desde el punto de vista de una venezolana exiliada, sola y joven quien tiene una historia que contar. 
Y si se topan con una persona que siga defendiendo ese régimen les comparto varios artículos que pueden serles útiles


http://mobile.nytimes.com/2016/05/16/world/americas/dying-infants-and-no-medicine-inside-venezuelas-failing-hospitals.html?smid=fb-nytimes&smtyp=cur&referer=http://m.facebook.com


https://politikaucab.net/2016/04/15/editorial-no-108-15-de-abril-de-2016/


http://elpais.com/elpais/2016/02/04/opinion/1454577945_853996.html


http://www.businessinsider.com/venezuela-now-in-default-mode-2016-2?utm_content=buffera67c2&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer




Bogotá. Mayo del 2016

domingo, 10 de abril de 2016

Pasaporte de la humillación




Humillación? 


Por cuestiones familiares tuve que volar a Aruba el día 10 de abril del presente año y me conseguí, una vez más, con pruebas irrefutables de que los venezolanos somos los visitantes indeseables de cualquier nación, somos como pulgas. 

Entrando en migración la primera y única pregunta que me hicieron fue si traía USD ($). Mi itinerario era encontrarme con el resto de mi familia en el aeropuerto por lo que no, cargaba muy poco efectivo encima y todo en pesos colombianos, por lo que inmediatamente la oficial empezó a mirar a todos lados y con su poco español me pidió que esperara y se llevó mi pasaporte, luego de hacerme esperar cerca de media hora me pasaron a un cuartico tétrico como los que vemos en las películas con un televisor, una pizarra y un escritorio y un tipo (con su mejor actitud de rotwailer) el cuál me dijo, me corrijo, me regañó y me dijo que yo no podía entrar a Aruba sin dólares, le comenté mi situación y comenzó a interrogarme nuevamente sobre mi familia, ¿Quiénes viajan?, ¿A qué hora viajan?, ¿Con qué aerolínea?, ¿Por qué tu vienes de Bogotá y ellos de Caracas?, en fin, un sinfín de preguntas que se hubiese ahorrado si me hubiese escuchado en primera instancia, luego, me hizo sentar en un pasillo no menos tétrico que el cuartico junto a una chica que insistía en sacarme conversación pero el lector entenderá que mis ánimos en ese momento no eran para hacer amigos precisamente, y si el lector es allegado mío conocerá mi carácter, sin ser grosera logré que entendiera que su parloteo no me interesaba en lo absoluto y al tiempo la llamaron, el guardia le comunicó que esa misma mañana habían devuelto a su hermana por "no traer suficientes dólares y que por consiguiente lo mismo pasaría con ella" salió de nuevo con cara de decepción tras intentar hacer entender al guardia que no necesitaba más dólares que venía por corto tiempo y con familiares, lo cuál fue en vano porque le recordó que de igual manera la iban a devolver.
Indignada nuevamente, y luego de hacer entender al guardia mi forma de viajar, me hicieron sentar a esperar a mi familia que llegaba un par de horas más tarde como la propia niña regañada en la esquina del salón.

Lo curioso de este relato es que a personas de otras nacionalidades no los retenían, la fila era de venezolanos que viajaran solos y fueran medianamente jóvenes. Con todos era el mismo modus operandi.

Me pregunto, ¿esto sucede en cada país en el que entra uno de mis hermanos?, en eso nos hemos convertido, en una plaga que es fácilmente humillada en la entrada de cualquier país por el motivo que sea. ¿esto tiene que ver con la llamada viveza del venezolano?

¿Cómo vivimos así?, quizá soy muy superficial pero los demás países han optado por volver elitésco la entrada de los venezolanos a sus tierras, tatuado tienen los oficiales de inmigración "se reserva el derecho de admisión" y casi volvemos a aquella época donde la parte de atrás de los buses era para los negros pero ahora es para los venezolanos. quizá sea dramático pero así como los musulmanes son temidos y englobados bajo el paraguas del terrorismo, los venezolanos vamos en un espiral de autodesignación donde seremos temidos por la ilegalidad de nuestros actos y las vivezas de las cuales tanto nos jactamos.

¿Seremos la siguiente plaga de américa? y más importante, ¿nos lo permitiremos? 

Sin mucho más que decir, sigo esperando en el aeropuerto.
Firma una venezolana cansada, molesta y profundamente triste.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Ciudadanos del mundo


Hoy tuve una increíble oportunidad, pasé por una plaza típica del centro de Bogotá "el chorro de quevedo" de donde nace la ciudad realmente, y me conseguí con este personaje


El es Adrien, tiene 29 años y es francés, viaja por sur América en la época de invierno en Europa para poder trabajar (ya que toca en las aceras, con la nieve allá es imposible), toca el acordeón de una manera sublime, te transporta a una escena de amelie o a un café en burdeos en cuestión de segundos, Adrien viaja por sur América y se mantiene solo con la colaboración de quien lo escucha o simplemente pase por ahí, en los pequeños pueblos por donde pasa da clases de francés e inglés a cambio de hospedaje y/o transporte, habla inglés, español, francés y portugués. Cuando es primavera vuelve a Francia para seguir con su música, sin embargo dice que los suramericanos son especiales y quisiera pasar más tiempo de este lado pues tiene muy buenos amigos y el calor de la gente es inigualable. Un nómada que se ha librado de tantas ataduras y con un don para la música vive feliz, sin lineas ni fronteras, Adrien es un ciudadano del mundo.

Conocer personas de este estilo es sumamente nutritivo para mi específicamente, viviendo fuera de mi país y muchas veces sintiéndome un extraterrestre, este tipo de conversaciones suben el ánimo de cualquiera, la conversación empezó con motivo de una tarea, "toma una foto donde se demuestren tres muros occidentales" dentro de esta, mi fotografía, está un muro económico (rico-pobre), un muro cultural (alta cultura con respecto al instrumento que toca tan especialmente) y un muro político (con respecto a su pertenencia a la otan y distintos convenios internacionales).

 La tarea me llevó mucho más allá, escucharlo hablar y comentar su andanza fue de alguna manera inspirador, Adrien es una persona sumamente amable, conversa en un español bastante fluido y es dado con los niños, no pide absolutamente nada a cambio y se mostró inclusive sorprendido con el hecho de que le quisiera retratar, pero este personaje (lo he asociado con el principito por alguna extraña razón, de incontables maneras desde que lo dejé ahí tocando su acordeón) me ha hecho llegar a la conclusión de que el mundo está completamente a nuestra disposición, sonará cliché pero estar encerrados en nuestras burbujas del día a día nos lleva a olvidarnos de lo maravilloso que es el llenarnos de asombro, lo maravilloso de las sorpresas y de lo desconocido, esa idea utópica de "estabilidad" es algo construido por nuestras sociedades para tenernos bajo un sistema que no duerme,hemos olvidado que como Adrien, somos ciudadanos del mundo y que las fronteras son auto-impuestas, hemos olvidado que las playas de la rivera francesas son tan mías como de cualquier otra persona el el mundo al igual que las montañas venezolanas están a disposición de quien desee aprovecharlas, los limites han ido cada vez estrechándose más y más para que se nos haga impensable salir siquiera de la ciudad en la que nacemos.

He llegado a la conclusión de que somos una cantidad de humanos estacionarios, y el pequeñísimo porcentaje de los que no lo son se han maravillado con las bellezas y lo impresionante que el planeta tiene para ofrecernos, y no hablo de aquellos que le dan vuelta a la torre eiffel en helicóptero, hablo de aquellos que suben al salto Ángel, de aquellos que visitan el Amazonas, de aquellos que caminan incansables trechos para ver el atardecer desde una loma, de aquellos que viven el mundo, y coinciden con las personas que además dan más por el mundo, como Adrien me dio 10 minutos de su tiempo hoy, como me dio una lección que poco había considerado, como le enseña aunque sea un par de palabras del francés a niños de poblaciones que no tienen la capacidad de hacerlo, aquellos que más viven el mundo son los que más dan por el, curioso no? los mochileros que llevan sonrisas a niños africanos, las personas que llevan nuevos y más fáciles estilos de vida a los pueblos indígenas,o el simple regalo de la música por parte de Adrien y sinfín de ejemplos de este estilo... Luego de todo este planteamiento mundial que he tenido me pregunto si todos viviéramos el mundo y diéramos más por el, no sería un mejor lugar para vivir?


Hoy me declaro como Adrien, ciudadana del mundo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Emigrante



Emigrar.

por dónde comienzas? vaciar tu vida en maletas para empezar de nuevo quién sabe dónde?...

Nunca me consideré apegada a nada hasta que tuve que alejarme de todo, pasé de una vida familiar, unida y "fácil" a vivir básicamente sola y bajo presión constante de dar la talla en todo.

Siempre supe que el techo que me había planteado para mí misma estaba muy alejado del techo (que cada vez se reducía más) que tenía en Venezuela. Mientras crecía, soñé en grande, con viajes, lecturas, arte, música, fotografía, pero sobre todo, soñé con superarme a mí misma, soñé con cambiar al mundo.
Todavía lo sueño, no veo el día para hacer un estudio etnográfico que cambie nuestra percepción del mundo, el tema siempre fue que bajo un régimen dictatorial el cual nubló mucho mi vista durante toda mi vida, no hay espacio para que una niña con sueños de antropóloga se desarrolle en el país.
Las ciencias sociales en sí son menospreciadas en muchos lugares del globo terráqueo, sin embargo, en Venezuela específicamente hay varios factores agravantes por los cuales estudiar antropología y vivir allá no congeniaban en mi cabeza:
  1. La única universidad que da antropología es la Universidad Central de Venezuela, la cual vive en paro y donde (a pesar de ser aceptada) tendría que haber esperado un año más solamente para comenzar (y quien sabe cuantos más para terminar). Abonado a esto, el hecho de los bajos salarios de los profesores lo que llevaría al programa en un espiral de insuficiencia que el día de mañana me pasarían factura en mi ámbito profesional.
  2. Los profesionales en si en Venezuela son denigrados con salarios que no rinden, en palabras criollas, en Venezuela o tienes plata o no la tienes, las escalas grises se han ido extinguiendo salario a salario en una inflación que consume todo a su paso.
  3. Los temas inseguridad, desabastecimiento, salubres, entre otros, simplemente voy a mencionarlos porque es de conocimiento público que no existe una calidad de vida que sea valorable en Venezuela.
  4. El deber de un científico social es poner en duda muchos temas ( valga la redundancia) sociales, así que (los buenos científicos sociales y no los enchufados) tienen como deber cuestionar y rechazar muchas prácticas del gobierno lo que a su vez, nos vuelve enemigos escuálidos apátridas burgueses y todos los demás adjetivos denigrantes que usa el ejecutivo y sus masas.
Salir de Venezuela no fue fácil, cuándo eres joven y estas acostumbrado a un estilo de vida, cambiar todo por un título puede ser la decisión más difícil que tengas que tomar. Pero aún así sabiendo que no hay una respuesta que te haga completamente feliz, al final tomas la decisión y sucede.
Salí de Venezuela el 11 de enero de 2016, dejé atrás a mi familia, mis amigos, muchos de mis sueños, muchas convicciones y sobretodo dejé atrás la vida que conocía, lo curioso es, que muchas cosas de mi estilo de vida me siguieron a pesar de no ser empaquetadas en mi equipaje, básicamente cosas que no me había dado cuenta que tenía.... Me siguieron los insultos venezolanos, unos antojos a media noche de tequeños, chicha o queso guayanés, me siguieron canciones venezolanas que ni sabía que me gustaban, pero también me siguió el miedo al caminar por la calle, el asombro e impotencia cada vez que hago mercado y el absurdo del precio del dolar.

Me conseguí aquí con gente amable que me han hecho olvidarme de a ratos que soy diferente, aunque se burlen de mi acento, me digan "la veneca" o pase pena con palabras de doble sentido que desconozco creo que el ambiente universitario hace que vaya aprendiendo sobre la marcha y me vaya adaptando de manera mas sencilla.

La universidad ha sido un monumento digno de asombro por mi parte, no específicamente por su estética aunque sea preciosa, sino por ser un foco de pensamiento diferente dentro de una capital cosmopolita, "educamos para la libertad de cara hacia el futuro" es su lema, y es un ejemplo de autonomía y pensamiento liberalista (en el mejor sentido de la palabra) digno de admiración. Sin contar que me ha desafiado intelectualmente de muchas maneras, donde sus profesores excelentemente preparados nos proponen ramas de pensamiento que me asombran diariamente y también me aboyan en algún punto. Hablando de que he bajado mis horas de sueño y en tres semanas aprendí a leer griego (cosa que lamento decir no aprendí a hacer en todo quinto año de bachillerato) y a citar en APA, así que veo el futuro con un semblante optimista aunque sea cuesta arriba, los sueños nunca son fáciles no?

Si bien todavía me hallo en un puente entre lo que me ata atrás y lo que me jala hacia adelante, emigrar no ha sido fácil desde ningún punto de vista, pero estoy dispuesta a mirar hacia adelante con optimismo y hacer hasta lo imposible por aquellos sueños que dejé en Caracas bajo la almohada y por todos estos que me rondan la cabeza en esta nueva tierra.