jueves, 28 de septiembre de 2017

El curioso miedo a lo ajeno...

¿Xenofobia? ¿eso todavía sucede?


En cuestiones de odio creo que el mundo no deja de sorprendernos, cada día encontramos formas nuevas de odiar y de ser odiados, cada día es un reto el de mantener relaciones sanas y muchas veces no entendemos el por qué de las cosas que suceden.

Casi dos años han transcurrido desde que salí de mi país buscando horizontes frescos y nuevos amaneceres que bañaran los días de sentimientos diferentes, quizá un poco soñador de mi parte el llegar a un sitio nuevo y que la gente llegase a conocerme por lo que soy y no por lo que represento. Si me miran por mi pasaporte entiendo que vengo cargada de prejuicios, que en mi cara se dibujan mil y un imágenes relacionadas a la actualidad de mi país y por consiguiente a la heterogénea comunidad de emigrantes venezolanos en el mundo, haciendo hincapié en lo heterogénea empiezas entonces a relacionarte con este nuevo entorno en el que te sumerges. Venezolana de 20 años, ¿qué tipo de relaciones podrá tener? se pregunta la mayoría.

Principalmente mi circulo universitario no ha generado conflictividad, me he sentido una más, de hecho han hecho lo imposible por hacerme sentir en casa y por eso estaré eternamente agradecida, en lineas generales eso significaba el 90% de mis interacciones con lo nuevo, con la colombianidad y con mi nueva vida, era una inmersión agradable, satisfactoria y en general muy querida (por utilizar un término local) debo decir que el año pasado y lo que va de este se ha visto rodeado de mucho cariño por mi comunidad estudiantil. Sin embargo me parece importante acotar que me he mudado cerca de 6 o 7 veces en el mismo periodo de tiempo... no porque no me sintiera a gusto, mi primera residencia (con sus cosas buenas y sus cosas mejorables) hacían que me sintiera en casa, con una mamá casi y con compañeros que hacían de la llegada algo más acogedor por el simple hecho de tener bulla en la casa, en ese sentido me sentía bien, altos y bajos, la siguiente mudanza fue con una compatriota con la que estuve un par de meses y que me ayudó a volver un poco a lo que era, a comer arepas de nuevo y a sentirme otra vez perteneciente a aquello que de aluna manera había dejado enterrarse profundo dentro de mi, las siguientes mudanzas vinieron acompañadas de la soledad por muy contradictorio que eso suene y trajeron consigo el crecimiento de muchas cosas dentro que hoy en día florecen con responsabilidades.

La última mudanza trajo a mi hermano, a mi madre y a la enana, mi hermana menor, como compañía por un tiempo, todo sentía que iba viento en popa hacia la construcción propia de cierta vida como adulta (si se le puede considerar adulto a una persona de 20 años, todavía lo tengo en duda) sin embargo esta mudanza trajo algo consigo que solo había conocido por roce, lo había conocido por repele o en episodios muy cortos y de poca importancia.

La primera vez creo que fue desdén de una persona que me atendió en un local y al escuchar mi forma de hablar me trató con desdén, lo mismo con un taxista (aguante Uber) que por escucharme creyó que podía darme vueltas por toda la ciudad y cobrarme lo que se le diera la gana, e inclusive por aquel que conocí en algún bar y se atrevió a hablarme de la prostitución de venezolanas en la costa y realmente hoy no entiendo el fin, por no pensar mal de la gente.

Poco a poco esos episodios fugaces me llevaron a mimetizarme con mi ambiente, se me fue sumando el acento colombiano, aprendí a ubicarme en la ciudad y a no hacer comentarios ni aceptarlos políticamente sobre la situación de mi país, poco a poco me fui encerrando en mi burbuja colombiana de mi día a día.

Hasta que hace un par de semanas empecé a enfrentarme con algo de lo que no podía esconderme, un odio sin explicación rayando en acoso en el lugar en el que vivo. Me mudé los primeros días de julio y mientras me quedé aquí una vecina empezó a ponerme problemas por pequeñeces, primero por una fiesta (un viernes en la noche, que todavía no entiendo el acoso si vive en el tercer piso y yo en planta baja) y luego de eso pequeñas molestias con cada oportunidad que tenía, llegó inclusive a partir llaves dentro de mi cerradura como para que yo no pudiera entrar a mi apartamento, cosa que rayó el lo absurdo. Había pasado ya un tiempo tranquila sin episodios cuando hace un par de semanas tuve que botar un inmobiliario grande y realmente desconocía el manejo de basuras y por esto no se lo llevaron, luego de esto publicaron una carta humillante en el edificio haciendo alusión a la dignidad de los que vivimos en el, como si eso debía ponerse en duda por un evento aislado del cual me había hecho cargo, sin embargo lo dejamos pasar, hice lo debido, corté el inmobiliario y dentro de bolsas negras lo deseché como era debido y curiosamente no se lo llevaron y las bolsas amanecieron rotas, a lo que esta señora llegó a mi apartamento muy temprano en la mañana a gritarme y a mi madre y tratándonos de "simples inquilinos" mejor hablar con el dueño del apartamento y un sinfín de cosas peyorativas para con nosotras, nunca había experimentado el odio por ser yo, el odio simple y puro, creo que es algo que me acompañará por el resto de mi vida.

Recordé varias veces a mi abuelita ese día cuando nos contaba de la manera en la que le trataban por ser colombiana en Venezuela hace 40 años, creía exageraciones y casi fantásticos sus cuentos hasta que lo viví en carne propia.

En fin, me hizo falta reflexionar y conseguir un nuevo apartamento.

¿Somos enseñados a odiar o simplemente forma parte de la condición humana?

lunes, 24 de abril de 2017

Territorio y Cultura, Estructuras en Venezuela


La tierra llama de mil maneras y cuando de la tierra brota sangre hermana más aún. La situación en Venezuela es caótica como han podido ver en medios de comunicación y definitivamente en el sentir y en el éxodo de venezolanos a Colombia. Por mi parte la impotencia es el sentimiento más pesado junto con la tristeza que frenan muchas acciones que quizá quisiera llevar a cabo, sin embargo, es necesario comenzar a construir desde donde podemos con la esperanza de que un día podremos trabajar nuestra tierra de nuevo.

Venezuela no siempre fue lo que es hoy, el difunto mandatario Chávez subió al poder en el año 1999 por voto popular, fue aclamado por aquella población tan olvidada por la política y fue acogido como un héroe de las clases vulnerables del país.
La política interna de Chávez fue muy populista, desde el principio llevaba a cabo acciones que notaban el interés por agradar al pueblo sin preocuparse demasiado por los asuntos técnicos que el cargo conllevaba, cerca del 2002 el país cayó en un paro nacional por problemáticas de la política con los transportistas, llevando al país a una primera recesión económica que empezó a polarizar las emociones y a los venezolanos, ya se empezaba a hablar de chavistas y opositores.
Es en este momento que la estructura social conocida por el venezolano comienza a romperse, hasta el momento se mantenía una estructura capitalista, con un patriarcado y una jerarquización social definida que no era limitante en la medida en la que se podía avanzar de un nivel a otro y de la misma manera retroceder, la estructura era sostenida por un imaginario nacional que tenía mucho que ver con el territorio, es decir, el imaginario de que éramos la mejor nación de Latinoamérica en la medida en la que tenemos desierto, selva, montaña y playa en la palma de la mano, eso mantenía a la población de alguna manera dócil a la idea de ser "Venezuela" así como lo menciona Giménez "Se puede abandonar físicamente un territorio, sin perder la referencia simbólica y subjetiva al mismo a través de la comunicación a distancia, la memoria, el recuerdo y la nostalgia. Cuando se emigra a tierras lejanas, frecuentemente se lleva "la patria adentro"" (Giménez, 1996) a pesar de que no existía un éxodo como el actual de venezolanos siempre la tierra de alguna manera significó un arraigo para quien se iba e incluso para quien se quedaba.

Cerca al 2010-2012 la crisis económica se profundizó generando gran descontento en la población, la polarización se hizo incluso más clara y la ruptura completa de chavistas y opositores hizo posible la presencia de más de una estructura social en Venezuela, aquellos que estaban a favor del gobierno y marchaban en apoyo de la ideología recibían beneficios y quienes estaban en oposición recibieron una represión impensable, desapariciones, cárcel y demás violaciones a los derechos humanos de las que poco se comentó y más bien fueron censuradas, personalmente tuve un par de amigos que fueron presos, uno que por ser menor de edad liberaron y otro al que hicieron una cantidad de atrocidades que por respeto a su memoria no pretendo mencionar.
Entonces nos encontramos con la estructura de vida socialista en la que al dar apoyo al gobierno conseguían facilidades como comida y alcohol, se volvió un estilo de vida en la que la gente para mantener el nivel de vida acudían a la violencia (pilar fundamental para esta estructura social) y no conocían el esfuerzo por las cosas que conseguían, lo curioso de este episodio es el hecho del nacionalismo, seguían siendo hermanos y venezolanos, no había una ruptura de la patria, la tierra seguía amarrando a todo aquel que naciera en ella.
La otra parte de la sociedad era la que trataba de restablecer su estado de vida anterior al chavismo, con protestas y levantando la voz ante injusticias que consideraba en el establecimiento del régimen, daba cuenta de una estructura en proceso de reestructuramiento en la medida en la que las condiciones ambientales, territoriales o como quisiese llamársele cambiaban diariamente, donde cada vez su esfuerzo valía menos y eso promovía la violencia que se empezaba a desarrollar en el país.


Ambas estructuras coexistían compartiendo algo en común que era el territorio, es importante resaltar el hecho de que sin importar el bando con el que se identificara el individuo se vivía bajo la nube del ser Venezolano, así todos seguíamos siendo “hermanos” la cultura se desarrollaba alrededor del territorio y de la misma cultura que ahí había nacido anteriormente, así somos venezolanos cuando comemos arepas, costumbre típica del territorio por la producción de maíz y sus derivados, somos venezolanos cuando te gusta la playa, te sabes el himno y el alma llanera y demás determinaciones culturales formadas a partir del territorio, tomando como ejemplo Venezuela, canción típica del folclore venezolano y citando su letra “soy desierto, selva, nieve y volcán” vemos como menciona regiones distintas de la venezuela que todos conocen y que de alguna manera habla a partir de los regionalismos de una pertenencia mayor, habla del territorio venezolano dentro de sus fronteras unidos al individuo y a su representación y presentación ante el mundo como venezolano, así el desierto pueden ser los médanos (o dunas) de Coro, edo Falcón, selva puede ser aquel pedazo de amazonas que nos pertenece, nieve en Mérida, edo Mérida con los picos nevados de la sierra y volcán pues su presencia en varias partes de Venezuela que dan una representación del territorio nacional a partir de la apropiación  o individualización del territorio en el individuo, es una imprenta y una calcomanía mental que logra la vivencia del territorio.

Es importante acotar que al día de hoy ambas estructuras se han fusionado y transformado en una idea nacional casi generalizada si no fuese por los imponderables de Malinowski de que es necesario el cambio y los individuos entonces trabajan por ello, entendiendo el hecho de que la violencia no aporta al país, sino que lo destruyen han fundamentado la estructura social en esa pertenencia a la tierra tan curiosa que genera algún tipo de arraigo y responsabilidad en el individuo, así damos cuenta cómo el nacionalismo y la territorialidad genere un intercambio directo con la "cultura venezolana" y el daño a quienes conviven la tierra conlleva a un pesar nacional expresado en las protestas de los últimos días, así la reflexión final de Ardila lo menciona.
"Podemos plantear que las políticas públicas territoriales y las acciones sociales son modelos con los cuales se moldea el paisaje. Todo paisaje es un producto de pequeñas o mayores acciones y, por tanto, desde la perspectiva de nuestros planteamientos, cada acción pública es una práctica ideológica que plasma en el paisaje una visión de la sociedad y una impronta de la imagen que esa sociedad tiene de sí misma y del universo. Así que cada vez que se toman decisiones que afectarán al paisaje, disfrutamos de una oportunidad nueva y poderosa que la vida nos ofrece para contribuir a la creación de una sociedad más justa, en la que nuestros hijos puedan encontrarse con los hijos de los otros con la conciencia de que, a pesar de las diferencias que el tiempo y el espacio han puesto en nuestras mentes, además de otras muchas identidades, somos miembros de la misma especie, y tenemos una responsabilidad compartida sobre sus posibilidades de supervivencia." (Ardila, 2006)
Así los venezolanos sentimos responsabilidad para con la tierra que nos parió tanto como para con nuestros hijos y los hijos de esta tierra que nos vio nacer.
Hoy más que nada es importante el tipo de estudios sociales donde se de cuenta de vivencias actuales a partir de la memoria histórica y el transcurrir de los eventos sociales que conllevan a la situación actual.
Hoy en día es más necesario que nunca entender el porqué de la situación Venezuela para poder construir país después de que cambie la crisis actual.
Referencias:

  • Giménez, Gilberto, Territorio y cultura. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas [en linea] 1996, II (diciembre) : [Fecha de consulta: 20 de abril de 2017] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31600402>
  • Ardila, G. (2006). Cultura y desarrollo territorial. Instituto distrital de cultura y turismo sistema distrital de cultura Diplomado Gestión de Procesos Culturales y Construcción de lo Público. Julio.

viernes, 28 de octubre de 2016

28 de octubre de 2016



Probablemente lo que lean a continuación sea una de las expresiones menos esperadas de alguien como yo, es una expresión clara de mi juventud y de la cantidad de cosas que me faltan por vivir y me siento cómoda con eso, como dice un amigo, el propio Teen Drama pero hoy siento necesaria la explosión de sentimientos que tengo.




Hoy.
28 de octubre de 2016
Se cumple un año de el cambio más drástico que dio mi vida, hace un año me aceptaron en la universidad que representa la ventana fuera del panorama nacional asfixiante que no pudiesen imaginar a menos que vivieran en Venezuela.

Hace un año me enteré que tenía que empacar un pedazo de mi vida y mover mis sueños de locación para trabajar por lo que creo correcto. Hace un año brincamos de felicidad mi papá y yo en una minúscula habitación de hotel en el centro y llamamos a medio mundo porque me habían aceptado en el Externado, que orgullo para la familia!

Quizá en ese momento no me di cuenta de cuanto dudaba sobre mi misma, de cuanto creí imposible quedar en la universidad que quería, de cuanto menospreciaba mis habilidades y fortalezas. Sobretodo, cuanto necesitaba encontrarme a mí misma para poder mostrarme ante otra sociedad, 18 años en una sociedad y en un ambiente donde no necesitaba una identidad porque siempre había sido y siempre sería, 18 años sin construir más que un carácter y una personalidad, pero en perfil, en abstracto no era, y no soy, mentiría si dijera que en un año lo logré.

Pero relatando que ha cambiado en este año, mi residencia 3 veces, mi compañía innumerables veces pero manteniendo ciertas fidelidades que son inconmensurables, tengo 2 cachorros, y sobretodo esa concepción de mi.... El desapego es algo muy difícil para alguien que ha estado estático toda su vida, Caracas era el techo que yo misma me había puesto y me apegué a esa imagen que tenía de mi, que otros habían construido de lo que yo era, el problema con don apego, es que cuando forzosamente toca alejarse, el vacío se vuelve casi agujero negro. La cuestión a la que voy con eso es que cuando llegué aquí a Bogotá y me di cuenta de que no soy ni la sombra de lo que creía que era, eso comenzó a apoderarse de cada esquina de mi vida, y les comento algo a quienes hallan llegado a este punto de seguir leyendo mi carreta, la incertidumbre nunca ha sido mi fuerte, el no saber que hacer, me enferma casi físicamente. 

Entonces me encontraba en ese punto de mirar a los lados sin saber qué, cómo, ni dónde. me encontré con ideas de lo que quería ser y de lo que había sido, pero llegó el espacio donde me encontré con lo que soy en este momento y debo decir que fue aterrador, lo sigue siendo cada día, aterrador encontrarme con ese Ego sum. 

Darme cuenta que personas que admiraba y cuya concepción de mi afecta profundamente mi estado emocional, piensen en mí como una "tonta útil" o como una niñata que si soy (ojo eso no significa que sea ingenua o que ser niña sea malo) dieron luz en ciertos aspectos que no me habían quedado tan claros y ahora se. Ahora sé que no quiero apuntar a eso y no quiero ir bajo la misma senda que transitaron ellos, sin importar cuánto éxito les haya traído, no quiero ese tipo de línea para mi vida, eso no me va a hacer feliz y hablando de felicidad  y emociones debo decir que si esa felicidad tan añorada es ser como ellos, no quiero ser plenamente feliz, esto suena a berrinche y probablemente lo sea, pero no quiero ser la que lastime y corte las alas de alguien más que esté ansioso por desplegar su vuelo. 

Hoy puedo decir que la felicidad no es mi isla, y eso está bien, no necesito demostrarle a nadie que soy feliz si no lo soy, no necesito estar feliz para crecer, y eso también está bien, está bien sentirse profundamente triste mientras no lo conviertas en tu bandera y no dependas de ella.
Mi tarjeta de presentación hoy se basa en mi cabello borgoña, mis dos cachorros, mi profundo amor por lo que nos hace humanos y la tristeza que me mueve a hacer algo más, aún no se qué, pero algo más.

Si me preguntas sobre la situación en Venezuela probablemente salgas un poco regañado, y no es mi intención en lo más mínimo, pero ni yo, ni el resto de los venezolanos entendemos qué carajos pasa ni pasará, eso hace parte de mi tristeza y creo que es de las cosas que más me mueve.

Así que en líneas generales de la cantidad de disparates de los que he hablado hoy debo llegar a la conclusión de que mi alma inquieta lastima en este momento la coraza de piel que la contiene, que siento más de lo que quería admitirme y eso es parte de la construcción de mi misma que estoy llevando a cabo pasito a pasito, pero como me dijo una gran amiga, debo hacerme amiga, consolarla y que haga las paces con el yo que soy en este momento.

En cuanto a Bogotá, gracias por ser una vasija de situaciones en las que he podido crear un cosmos propio, y que con todo tu ruido he conseguido mi silencio.

Estar triste no significa estar llorando, conoce tu tristeza, acéptala y vívela porque ella representa una parte esencial de quien eres y cómo llegas a las cosas, así que no esperes verme llorando porque esa no siempre es mi tristeza.
Estoy profundamente triste y eso no tiene porqué ser trágico, no sientan lástima por algo tan hermoso como la tristeza.

miércoles, 31 de agosto de 2016

1 de Septiembre


Miércoles 31 de agosto:

Expectativa, esto podría definir el pensamiento colectivo de una nación en estos momentos.

El pueblo venezolano mañana se encuentra una vez más con su destino, por primera vez en mucho tiempo me encuentro sin palabras.

No sé qué decirle a mis hermanos, a mis amigos, a mi tierra; no tengo palabras para expresar lo que el día mañana significa para cada uno de nosotros de ustedes y de todos...

Empezando por el principio me siento impotente, por no poder aportar más que una entrada nueva al Blog, me siento impotente por todas esas injusticias que sé que el día mañana van a suceder y no puedo más que quedarme estudiando para el parcial, o simplemente siguiendo con mi día a día, luego dicha impotencia se convierte en suspenso, no sé qué va a pasar, cómo va a pasar, ni quienes serán afectados o involucrados, este suspenso creo que es el peor sentimiento que pudiese tener, ese frío en la boca del estómago cada vez que una imagen aparece o simplemente pienso en cualquier cosa, seguido del suspenso siento una profunda tristeza, un nudo en la garganta, como me dueles Venezuela, eres la única que merece mis lágrimas y mis trasnochos, y al final de todo siento una expectativa esperanzadora, de que quizá y sólo quizá, el día mañana quede grabado en el corazón de cada venezolano, no pido cambios político y no creo que una verdadera redención por parte de los dirigentes tanto chavistas como opositores, simplemente pido que el día mañana sea un capítulo más para la historia de una gran nación que hoy se encuentra profanada.

Como en muchos de los países latinoamericanos no aprendemos de las desgracias ajenas, espero que este episodio de la historia forme parte de la creación de la identidad de mi tierra, de esa Venezuela linda con la que todos soñamos, este 1 de septiembre de para grandes cosas.

Sólo pido una cosa, pero siendo realistas el día mañana correrá sangre, lágrimas y muchos sentimientos por las calles que un día Bolívar transitó, Sin embargo espero que como en 1811 valga la pena, que más que liberarnos de las ideologías políticas, nos liberemos de ese odio y de la violencia que hoy vagan impunemente por el país, que volvamos a ser hermanos, pero sobretodo que aprendamos la lección de la humildad, de cómo el destino es sumamente frágil y de lo que esto representa para una nación.

Y como decía un amigo "sin faranduleo El día mañana no es para salir en fotos, para andar posteando por dónde van o cómo van vestidos a la marcha, el día mañana es por ti, por mí, por todos nosotros"

El día de mañana definitivamente aunque no pase a una historia colectiva como muchos de nosotros quisiéramos, sé que en el imaginario popular, y en la memoria colectiva va a representar un capítulo que define el rumbo de nuestra nación de hoy en adelante, de esas vueltas a maiquetía tan esperadas, de esos abrazos de cumpleaños que todos extrañamos, de esas rumbas los viernes después de parciales que hacen tanta falta, pero sobre todo de ese calor y ese campo magnético que mantiene los pies de los venezolanos en el piso, en su piso, en su tierra, en la tierra que los vio nacer y que tiene tanto por ofrecer para aquellos que estén dispuestos a realmente aprovecharlo.

A todos aquellos que van a salir a marchar, le doy las gracias porque son los héroes de muchos de nosotros que físicamente no podemos estar, pero que definitivamente en espíritu y en ánimo estamos presentes, el pueblo es el único capaz de solucionar lo que hoy sucede. Todo el pueblo, desde bachaqueros hasta empresarios, desde madres hasta hijos, desde venezolanos hasta venezolanos, todos unidos por un bien mayor común.

Gracias
Un abrazo fraternal, con el corazón en el cuello, y definitivamente a la expectativa: una venezolana en el extranjero con los pies en la marcha del 1 de septiembre.

martes, 26 de julio de 2016

Soledad. Angélica Norato



Hay que vivir sin renunciar a ello, nuestra naturaleza es caminar… somos un jardín al que intentan aplastar en cada siglo, en cada década, en cada momento, pero este jardín no puede renunciar a florecer, debe seguir creyendo, siempre nos ha tocado luchar, es al parecer la constante de cualquier camino humano. El hombre es veneno de si mismo, el veneno que le dieron a beber al ser…

Aunque somos luz que intentan apagar, aunque a veces queramos llorar y sintamos frio o calor, se que hay almas que brillan para nosotros. El arte es negación de muerte y soledad, por eso hay que brillar mientras vivamos, no somos solo luz de nosotros mismos. 

La soledad es para grandes corazones y almas con deseos de volar.

Cuando el corazón llora  lloran nuestros ojos, si llora nuestra alma comienza un doloroso ocaso, es por eso que debemos ser héroes de nuestra alma… su compañía es el corazón, hay que darle un buen amigo, limpio, libre, puro, aunque ahora tenemos algo de tiempo en este lugar y nuestro pasado pueda ser un amargo triunfo debemos continuar, ahora se trata de eso, liberarnos de las cadenas que cargamos del pasado y saber continuar, sabiendo perdonarnos y buscar con toda nuestras fuerzas y voluntad la libertad.
Hay que abrirle las puertas al ser…
Deja que sea tu alma la que se eleve, la que se haga grande, escúchala y se sus palabras… el cuerpo es su instrumento para crecer, es el lienzo que trae el arte a este lugar, pero también es una prisión vergonzosa que nos puede hacer caer en un abismo. Grandes hombres, pequeñas existencias…

 El peso del mundo es demasiado para nuestras fuerzas y voluntad, a veces incluso nos parece que el peso de nuestra propia vida nos encoje, pero todos somos la mejor medida de si mismos… para el mundo algunos pasos pero nuestro es el camino, y el mundo, a veces el camino de muchos grandes hombres y grandes espíritus.

Somos más que tiempo y  pasos, más que frio o calor, somos más que momentos, somos los que serán firmamento y magia, no solo humanos, no somos solo lágrimas y sonrisas, somos los que serán la compañía de la soledad, verdaderos amigos aún desconocidos viviendo en el agua y en el viento, somos la razón de la existencia, de la lluvia, del agua…Cuando el hombre se hunde el alma duerme, pero si su ser se eleva su alma brillara y llegara el amanecer.
Libertad para vivir, libertad para ser…



-Angélica Norato
29/01/15 8:24 pm

viernes, 22 de julio de 2016

Patria



Otro adiós, otro vuelo, otras lagrimas, entre todo el revuelo parece un deja vú, pero lo que se repite más estridentemente en mi son los sentimientos, indignación, tristeza, nostalgia.Después de mes y medio con mi familia vuelvo a mi hogar sustituto (debo de dejar de llamarlo así si me quiero sentir en casa) vuelvo a esta nueva realidad, sentada en una sala de espera con un ventilador que no se da a basto, abarrotada en un aeropuerto a desbordar de gente huyendo (así fuesen vacaciones) de un barco que se hunde, gente huyendo de la burbuja de smog y malos ratos en la que viven, huyendo de su casa.Es como ver a gente corriendo de un edificio en llamas, sabiendo que su vida está en esa estructura que arde (y que seguirá ardiendo) viendo como su vida se vuelve humo. Es lo mismo que pasa con los venezolanos en el aeropuerto, a donde voltees hay comentarios fe todo tipo, la gente haciendo colas en las puertas de embarque aunque no las hayan llamado e inclusive sin que haya llegado el avión. Despavoridos, es la palabra que flota en el aire por encima de la muchedumbre en el aeropuerto.

Gente, maletas, niños, lagrimas, bendecidas y afortunadas, enchufados y de la nada, entre todo, una pantalla con una palabra en el medio «Patria» en un televisor LG grandote en cada puerta de embarque, «Patria» retumba en el pópulo «Patria», una palabra que nos pone, como venezolanos, los pelos de punta.


«Patria» siempre me he preguntado como una palabra puede cargarse de tantas cosas positivas y negativas en tan poco tiempo, «Patria» y ese nudo en la garganta del colectivo que no permite gritar, nos pone al borde de las lagrimas. «Patria» Siento la tinta en mi espalda más profunda que nunca, Venezuela te amo pero como me dueles.Vi a muchos conocidos, me hacía falta mi gente, mis locos, mis hermanos, mi familia en general, solo ellos me dan la fuerza para seguir adelante, solo ellos me llenan como persona y ellos son quienes me hacen volver a donde pertenezco. 


A mis mejores amigos (Rubén, Fabián, Daniela y Mafe) gracias por demostrarme que la distancia es un concepto abstracto que solo se demuestra fisicamente cuando nos volvemos a abrazar. A los que no vi se los debo, les debo un abrazo y una cerveza.
Un mes y un par de semanas me bastó para darme cuenta que Caracas no es, ni volverá a ser la misma «Patria» después de lo que ha vivido, es como un veterano de Guerra, con todos sus síntomas: Paranoia, insomnio, violento, triste, pero sobre todas las cosas, quebrado.


Secuestros, robos, bachaqueo, impunidad, motos, básicamente el día a día, la vida sigue en ese espiral de destrucción cuyo eje es Caracas y su gente «Patria», no solo porque sea la capital, sino porque los culpables de dicha desgracia andan por las calles de Caracas como pedro por su casa.


Y Colombia a pesar de que no es tierra santa tampoco, dio una muestra de fraternidad abriendo sus mercados para que sus hermanos desagradecidos «Patria» pudieran buscar con que alimentar a sus respectivas casas, cualquier lugar es mejor que Caracas.Criadero de violencia, de podredumbre y de corrupción «Patria», volví por ti Caracas, mi casa.


Y mientras en mi ipod suena "La casa" de Caramelos de Cianuro volviendo la situación un poco más patética y novelera, abordo el avión de nuevo. La extrañaba, eso es indudable, pero todavía la extraño, esta no es la Caracas que me vio crecer. Esta no es la Venezuela que conozco.

Como te prometí, nos veremos en mis sueños. Porque ya me di cuenta que un pasaje de avión no cambia la distancia.

lunes, 16 de mayo de 2016

Educar para la paz



Indignación.

Quizá soy la única venezolana en el exterior la cual se indigna cada vez que tocan el tema político de mi país, quizás no soy la única ¿quien puede saberlo? Sin embargo, a veces me siento como una tonta tratando de explicar temas que en Venezuela son cotidianos y verdaderos y que la gente en el exterior toma como un juego o meras exageraciones de nosotros los relatores.
Hoy tuve la desdicha, de discutir con una amiga cercana con respecto a lo planteado por el socialismo del siglo XXI, como lo llaman sus dirigentes actualmente, en la discusión planteamos dos lados de una misma historia y me daba cuenta con cada una de sus afirmaciones como este régimen dictatorial ha hecho bien el trabajo de comunicar sus falsos logros en el poder; En mi cabeza simplemente estaba una pregunta mientras discutíamos ¿Como una niña tan inteligente puede creer mentiras tan grandes de personas tan corruptas y dañadas por regímenes totalitarios? 
Por ejemplo ella me decía que personajes como Hugo Chávez no dejaría morir a niños de hambre, sin embargo, en Venezuela el mes pasado murieron 46 neonatos por falta de insumos médicos o por cortes de electricidad en los hospitales públicos donde nacieron.
 Por otro lado hablamos de los 27,000 muertos del año 2015 en Venezuela, ella me planteaba que esa era la razón por la que Leopoldo estaba preso, que dichos muertos eran causados por las provocaciones de los opositores y eran simplemente una tasa de "muertos por oposición" Sin embargo yo le refutaba con que los homicidas de esas personas en su gran mayoría son grupos armados que se encuentra en el país y que roban para subsistir, ya que no hay manera sustentable de vivir en Venezuela. 
Esto por supuesto no justifica la violencia armada que ejercen estos grupos sobre el pueblo, sin embargo jóvenes que nacieron y crecieron en violencia muy ciertamente van a reproducirla.
En la discusión tocamos un par de tópicos más con respecto a dicho socialismo y me llamó poderosamente la atención que el discurso sigue siendo el mismo que planteaba Chávez en sus cadenas, El imperialismo, las naciones comunistas que no permiten que el socialismo avance. 
Me dí cuenta de cuán indignada y profundamente molesta me hacía el hecho de que una persona ajena siquiera nombrara la situación en Venezuela, cómo de alguna manera me he vuelto egoísta en el tema, el simple hecho de mencionarlo me genera incomodidad, dolor, molestia y alguna manera culpa.
La idea del socialismo en si, en su teoría, representan unos ideales hermosísimos en la construcción de sociedades más humanas, sin embargo es eso, una idea que cuando es llevada a la práctica genera principalmente corrupción, pero genera muchas pérdidas humanas, arbitrariedades, devastaciones en los pobladores y sobretodo una gran separación de hermanos de sangre.
Así que de nuevo me he vuelto egoísta con el tema; Me indigna que una persona que no lo haya vivido siquiera lo mencione y peor aún que lo defienda.
Pero luego de unos minutos martirizándome y ahogándome de nuevo en culpa, en molestia y sobre todo en rencor me di cuenta de que esa es una de mis tareas aquí, fuera de mi país, dar a conocer las verdades, y no mis verdades sino las de miles de venezolanos que sufren día a día las atrocidades causas por este régimen.
Mi tarea aquí es educar, es educar en paz conmigo misma primero y luego en paz con lo que en este momento no puedo cambiar, pero que poco a poco voy aportando mi granito de arena para que sea visto por el mundo y la verdad al final salga a la luz, se haga justicia en nombre de esos 27,000 venezolanos del 2015 y los que día día mueren tanto física como psicológicamente. Aquellos que mueren por cada hora que pasan calcinándose al sol en una cola por comida o por aquellos que mueren con cada mala noticia que reciben, por aquellos quienes han preferido una muerte rápida suicidándose antes de hacer sufrir a su familiares buscando medicinas o insumos y aquellos que poco a poco de a pedacitos va muriendo en el desgaste diario de la vida del venezolano, en honor a ustedes voy hacer de tripas corazón y a educar.
Esto es por ustedes, por mi familia, por mis hermanos, pero honestamente esto es por mí, para que cada vez que se hable del tema no sienta que yo también muero de a pedazos.
Y a pesar de mis lágrimas estoy abierta a debate, estoy abierta a explicar y aunque quizás no cambies de opinión verás desde el punto de vista de una venezolana exiliada, sola y joven quien tiene una historia que contar. 
Y si se topan con una persona que siga defendiendo ese régimen les comparto varios artículos que pueden serles útiles


http://mobile.nytimes.com/2016/05/16/world/americas/dying-infants-and-no-medicine-inside-venezuelas-failing-hospitals.html?smid=fb-nytimes&smtyp=cur&referer=http://m.facebook.com


https://politikaucab.net/2016/04/15/editorial-no-108-15-de-abril-de-2016/


http://elpais.com/elpais/2016/02/04/opinion/1454577945_853996.html


http://www.businessinsider.com/venezuela-now-in-default-mode-2016-2?utm_content=buffera67c2&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer




Bogotá. Mayo del 2016